Rubén Omar Romano y el día que fue privado de su libertad.

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A casi 13 años de sufrir un secuestro, Rubén Omar Romano se vuelve a ver las caras al equipo con el cual  sufrió dicho secuestro.

Por: Luis Garza.

Este sábado, Rubén Omar Romano y el Atlas de Guadalajara juegan su jornada cinco en el Estadio Jalisco, ante el equipo del Cruz Azul, club con el cual vivió un terrible suceso.

Una tarde, saliendo del entrenamiento en las instalaciones de la Máquina Celeste, Rubén Omar Romano quien era el entrenador de aquel atractivo Cruz Azul fue interceptado por unas personas que lo mantendrían un largo tiempo bajo las sombras, sin la posibilidad de ver a su familia, a sus muchachos entrenar y esos llenos en el Estadio Azul que eran provocados por su estilo de juego ofensivo y contundente.

Fueron más de dos meses el tiempo que Romano estuvo secuestrado, 65 días para ser exactos. Pero eso no borró la bondad del buen Rubén, quien después de todo perdonó a esas personas que poco después pagarían su condena.

“Sí, ya perdoné (a las personas que lo secuestraron). Ya no me ocupo más de eso, no tengo rencores, ya me olvidé de todas esas cosas, ahora trato de mirar siempre para adelante”. Fueron las palabras del entrenador en una entrevista hecha por el portal Mediotiempo.

Ahora, el entrenador de los Zorros del Atlas trata de vivir su día a día, sin rencores y con la posibilidad de sacar su máximo potencial como director técnico, a pesar de que muchas veces el insomnio continua rondando por su cabeza.

“No, ya no hay miedo. Lo que trato es de disfrutar la vida, de disfrutar mi trabajo con mucha pasión y de ver las cosas buenas el amanecer. El levantarte todos los días y empezar el día en todo los sentidos con mucho mayor pasión”.

“Ahora, sigo tomando pastillas para dormir, no fue un suceso fácil el que viví, pero poco a poco lo hemos superado, sobre todo con el apoyo de la familia. Gracias a Dios, ahora veo las cosas con mucho mayor ilusión”.