Silvio Romero no olvida a Jaguares y ayuda económicamente a ex empleados del club.
El hoy jugador de las Águilas del América no olvida su pasado jaguar y ante la crítica situación que viven los ex empleados de Chiapas, e...
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El hoy jugador de las Águilas del América no olvida su
pasado jaguar y ante la crítica situación que viven los ex empleados de Chiapas,
el “Chino” ha mostrado su lado más humano.
Y aunque hace poco se anunció que los futbolistas que
descendieron y se quedaron en el “barco” desaparecido de Jaguares tendrían un
lapso de prórroga para encontrar acomodo en un club, no es así con la comunidad
de trabajadores que laboraban en el equipo felino, ya que entre vendedores,
equipo de lavandería, utileros y demás oficios ligados a un equipo de futbol, tienen que sufrir día con día la falta de dinero que
los López Chargoy les deben.
Afortunadamente, en el mundo también existe gente buena y
agradecida, que no olvida su pasado; y en este particular caso nos referimos a Silvio
Romero, quien ha hecho cosas verdaderamente dignas de aplaudir con sus amigos y
ex empleados del club de la selva.
Dentro del equipo de lavandería de los extintos Jaguares
de Chiapas trabajaba “Chusita” como cariñosamente le llaman. Ella se encargaba
de lavar camisetas, shorts, vendas, medias y todo tipo de prendas que
utilizaban los elementos del jaguar, en cuanto a su sueldo, se reflejaba una
cantidad de 5 mil pesos al mes, sin embargo, Chargoy y compañía se olvidaron de
ella y todos los trabajadores y les dejaron de pagar.
Desapareció el dueño del club, pero apareció el “Chino”
Romero, quien sin importar la lejanía que los separa, ayudó económicamente a “Chusita”
y varias personas que sufren a diario esta situación.
Pero esta no fue la única muestra de solidaridad, ya que días
antes de disputarse la última jornada ante los Zorros del Atlas, los jugadores
de la actual plantilla chiapaneca recibieron la mitad de su sueldo, y con ello
cooperaron para repartirle ayuda a todo aquel que seguía sin cobrar. Dicha
colecta alcanzó para que cada uno de los empleados recibiera $3,500. “Nos ayudó
muchísimo. Por lo menos pudimos festejar el Día de la Madre, que se celebraba a
los 4 días con un pollito rostizado al menos” fue lo que dijeron algunos.
