Opinión: Chivas merecido campeón; Tigres ¿Y tú Fair Play?

Anuncios Patrocinados

Anuncios Patrocinados

Por: Luis Garza.

No te bastaron 90 minutos para demostrar que fuiste superior en absolutamente toda la serie final, no te conformaste al manifestar tu superioridad en el juego de ida disputado en el Estadio Universitario, Chivas, celebra ese campeonato de la forma en que tú quieras, porque en 180 minutos demostraste que eras el equipo que más ganas tenías de ser campeón y el que diga lo contrario que revise el torneo regular donde por cierto también fuiste mejor, no solo en puntos, sino en funcionamiento.

Recalco mis respetos para ti equipo, que nunca se intimidó, para la afición que sufrió de una forma mayúscula las épocas donde solo veían el abismo a unos cuantos metros de distancia y que ahora merecen estar cuando tocan el cielo, y claro, para ti Matías Almeyda, que llegaste de cierta manera criticado pero que tú mismo te encargaste de hacer creerle al Guadalajara que podía volver a sonreír.  Con una filosofía atrevida y algo torpe en principio, pero que conforme pasaron los años la fuiste puliendo a tal grado de tener una serie de variantes para todo tipo de juegos.

Recuerdo que recién eliminando a los Zorros del Atlas en los cuartos de final, dijiste que Dios iba a hacer justicia y los haría campeones. ¿Coincidencia o destino?

Y a ti Tigres, equipo que se ha cansado de jugar finales en estos últimos años y que está viviendo la mejor época de su historia solo me queda decirles que continúen trabajando pero con humildad, detalle que les hizo demasiada falta en esta final y prácticamente en todas las que han perdido.

Se te ha olvidado el lema de “Juega limpio, siente tu liga” que el niño declara cada vez que un juego de Liga MX está a punto de iniciar. 

Tu desesperación se hizo notar en toda la final; descarados empujones ante el equipo rival, insultos hacia el árbitro central que es el menos culpable de tu inoperancia al encarar la gran final, y esa forma tan grosera de no aceptar las medallas al segundo lugar fueron detalles que manchan desaforadamente tu historia, y lo peor, en el mejor momento de ella.