La maldición del brujo que persiguió al León por 10 años.
Por: Luis Garza. Después de aquella final perdida frente a Cruz Azul, en el año de 1997, el equipo de León se vio s...
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Por: Luis Garza.
Después de aquella final perdida frente a Cruz Azul, en
el año de 1997, el equipo de León se vio sumergido en una seria de problemáticas
bastante serias, mismas que eran protagonizadas por severos problemas
porcentuales, que hundieron tanto al club, que hubo un punto en que solo un
milagro podría salvarlos de las llamas del averno.
La directiva, que en ese entonces era comandada por Roberto
Zermeño, no le quedó otra alternativa, que llamar a un brujo, para que
detuviera la malaria. El brujo fue
buscado y por fin encontrado en Francisco del Rincón, una ciudad que es famosa
por la cantidad de personas que le saben al tema de la magia blanca o negra.
El hombre acepto ayudar al club, e hizo algunos trabajos
en las porterías del estadio de León, pero después de que la fiera perdiera su
partido siguiente, la directiva se molestó y decidió no pagarle ni un peso de
los $500 prometidos al brujo, quien se enfadó y maldijo a los esmeraldas,
diciendo que iban a defender y permanecerían ahí por 10 años, cosa que se cumplió
al pie de la letra.
Hace algunos años, una cadena deportiva buscó al tan
mencionado brujo y para su fortuna lo encontraron, fue hallado vendiendo fruta
picada, afuera de un Seguro Social, y comentó.
"Yo llegué al Club León en la época del señor
Roberto Zermeño, por ahí del 2001. Me llevó ahí el "Pelón", hijo de
"Petere" Santillán (QEPD), son muy amigos míos, ellos me conocían en
el mundo del futbol. Recuerdo que "Pelón" vino a mi lugar, aquí a
donde vendo fruta desde hace años, me dijo que si no iba a ser de brujo a León
como le hacía con el San Pancho. El equipo vivía momentos muy difíciles, de
crisis", mencionó.
Prisciliano Hernández, como se llama en realidad, también
narro el momento en que 'embrujo' para descenderlo y luego destinarlo a vivir
diez años en la división inferior.
"Recuerdo que una vez no ganó, empató a un gol con
el Puebla, fui a las oficinas a cobrar a una señorita por mi trabajo, pero me
dijo que no me iba a pagar porque el equipo no ganó. Me daban 500 pesos y no me
los dio.
"Me dijo "no ganó el León, no hay dinero y
váyase como pueda, como llegó; le dije que estaba bien, pero que de mí se iban
a acordar, me respondió diciéndome "no pasa nada brujo mugroso", así
que regresé y le dije "no me diga así, nada de eso, pero ahora le digo,
téngalo en cuenta, siempre lo va a recordar: Este año el León va a descender.
"No me creyó y me repitió la primera frase, de brujo
mugroso, volví y le repetí "no me diga así, porque ahora le digo, no sólo
descienden, sino que van a durar diez años para regresar a Primera División, de
mí se acordarán" y me salí enojado porque me repitió lo mismo que me dijo
primero.
"Cuando pasaron los años y León no ascendía vino
gente hasta a mí y me decían "quítale la maldición al equipo, sabemos que
tú lo tienes embrujado. Yo sólo les respondía: "Ya lo saben, el equipo va
a durar diez años en la Segunda División."
"La gente me decía que todo era mi culpa, que ellos
me pagan lo que me habían quedado a deber pero para eso tendría que quitarles
el conjuro. Yo insistí, les dije "eso ya está escrito, el León va a durar
diez años en volver al máximo circuito. La señorita (del Club León) no me creyó
y ahí están las consecuencias de que si trabajas por qué no te van a pagar.
Cuando ascendieron, vino gente a agradecerme por quitarles el conjuro",
dijo.
Al final, Prisciliano se sincero con el portal deportivo
y mencionó que el no es 'brujo'.
"Yo no soy brujo, nunca me he dedicado a la
brujería. Yo creo en Dios. Cuando ascendieron me dio gusto porque siempre le he
ido al León, y todavía es día que no he acabado de comprender de que lo que
dije se cumplió, todavía no acabo de comprender porque eso yo lo dije solo por
hablar, estaba enojado con la señorita de la oficina. No me pagaron y hablé de
más, dije eso del descenso y los diez años sólo por decir algo, hablar por
hablar, no sé por qué, a lo mejor tengo una boca salada", finalizó.