Especial: Luis Pérez.
Por: Luis Garza. Inalcanzable motor del Monterrey, por sus piernas pasaban una cantidad impresionante de balones, era ...
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Por:
Luis Garza.
Inalcanzable motor del Monterrey, por sus piernas pasaban
una cantidad impresionante de balones, era un enlace perfecto entre defensiva y
ofensiva.
Hizo su debut en el Necaxa, específicamente en el torneo
de Invierno 1999, y su primer partido lo disputó el 21 de septiembre contra
Santos Laguna. En ese torneo, “Lucho” jugó 11 partidos y rápidamente se ganó la
titularidad en el once inicial, que Raúl Arias mandaba a la cancha.
En total fueron cuatro años los que Luis Pérez estuvo en
el equipo de los rayos, ya que para el Clausura 2003, emigró a la Sultana del
Norte, donde se uniría con el equipo de los Rayados del Monterrey, en donde marcó
toda una época. Inmediatamente se adueñó de la titularidad, y podríamos decir
que fue un torneo de ensueño, ya que los Rayados, quienes eran dirigidos por Alberto
Pasarela, lograron el título, derrotando a Monarcas Morelia.
Su estancia en el equipo albiazul fue gloriosa, ganó un
bicampeonato de la Concacaf, misma que le daba la oportunidad de asistir al
Mundial de Clubes, se adjudicó campeo de liga en tres ocasiones y una
Interliga, por su esto fuera poco, se colocó en el Top 10 de goleadores históricos
del club, con más de 50 goles.
Después de 9 años en el conjunto albiazul, le llegó una
oferta de un grande del futbol mexicano, misma que no podía desaprovechar. El 5
de junio de 2012, se hace oficial el traspaso de Luisito a las Chivas del
Guadalajara, pero lamentablemente no tuvo mucha continuidad, debido a las
lesiones que le aquejaban.
En el Apertura 2013, las Chivas prestaron por 6 meses a
Luis Perez al equipo de los Gallos Blancos del Querétaro, y después otros 6
meses a la escuadra de Jaguares de Chiapas, en donde jugó 18 partidos.
Tristemente para Luis, quedo arado un año sin jugar,
debido a que el equipo del Guadalajara (equipo al que pertenecía) no le encontró
acomodo en el equipo y tampoco en otro equipo del futbol mexicano.
Pero en el Apertura 2015, regresa a su casa, a los
Rayados del Monterrey, en donde ya no jugó tanto, pero se materia como un
estandarte del equipo, junto con Aldo de Nigris.
Esta última etapa no fue nada buena para Lucho Pérez,
pero la historia ya está escrita y es imborrable, sin lugar a dudas, es uno de
los jugadores que se ha quedado en el corazón del equipo regio y su recuerdo permanecerá
para la posteridad.
